jueves, 26 de agosto de 2010

Pero no soy una ardilla

Tengo mucha ropa. Corrección: Tengo demasiada ropa. Corrección de la corrección: Tengo DEMASIADA e INNECESARIA ropa. Llámenle adicción, llámenle llenar vacíos, llámenle complejo de ropavejero, pero si los 4 clósets y 7 cajones que ocupan mis trapos no es un indicio de "hoarding", yo no sé qué es.
Digamos que si yo fuera una ardilla y mi ropa fueran bellotas, estaría preparado para sobrevivir 5 crueles inviernos y me sobraría para el recalentado de primavera. Pero no soy una ardilla.

En mi cabeza, no cabe eso de tener "demasiadas" playeras rayadas, o "demasiadas" camisas a cuadros, o "demasiados" cardigans. Siempre encontraré la forma de decir algo como:"Sí, tengo 5 playeras de rayas azules, PERO no tengo una playera de rayas azul VERDOSO."
Una de mis últimas adquisiciones, una versión Inditex prácticamente exacta de la infame playera Balmain, me costó lo que cuesta una Vogue (WIN!). Sin embargo, el arrepentimiento post delirium tremens y la sabiduría milenaria de un amigo me hicieron cuestionar mi gasto (y gusto): "¿Realmente necesitas una playera apolillada?"- me preguntó. No. Nadie necesita una playera apolillada. Y ya siendo más realistas, ¿por qué alguien habría de pagar por una playera apolillada?...(FAIL).

Lo peor de todo no es eso. Lo peor de todo es que no importa cuántas opciones tenga para escoger, ni cuánta ropa nueva compre, invariablemente estiraré mi brazo y tomaré la misma playera, jeans y tennis de siempre. Dios sabe que pulí la suela de mis Converse blancos hasta su último suspiro, y aún asomados 3 de mis 5 dedos del pie y su color más cercano al gris rata que al blanco que alguna vez fueron, los llevé al doctor de calzado con la esperanza que los salvara de su cruel destino. Cual escena de Grey´s Anatomy, el dr McStinky me dijo "Uy mano, ya es hora de que te compres otros" a lo que yo respondí indignado "¡Zapatero a tus zapatos!" y con toda la tristeza del mundo, tuve que deshacerme de ellos y darles un final no tan digno en una bolsa costalitos.

Dicho esto, les presento a mi playera gris. Me gusta pensar que la sigo usando después de más de 6 años porque en ella conocí al amor de mi vida, lo que la hace 50% fibras de algodón / 50% fibras sentimentales. Eso o una necesidad patológica de aferrarme al pasado...
Si la razón es la segunda, entonces tendría mucho sentido el por qué colecciono ropa como si coleccionara timbres postales o cucharitas. 
Aún guardo la mayoría de las cosas que compré hace 7 años durante mi "intercambio universitario" que confundí con "siete meses de shopping spree" y confieso que no uso la mayoría desde hace como 5. Aunque creo que generalmente las cosas que compro no tienen fecha de caducidad (exceptuando, quizás, aquellos jeans acampanados con estoperoles que ahora hacen feliz y/o fashion victim a un huérfano de Calacoaya), siendo honesto, la mayoría solo ocupan espacio físico y emocional. Mis fedoras parecen más un adorno de pared que para la cabeza. Mis tennis, casas del Infonavit para las arañas. Mis playeras ya podrían pasar por vintage...
Decidí entonces hacer una limpieza profunda y honesta de mi clóset (tipo exfoliación de impurezas). Descartadas están las playeras XS con ventilación axilar y estampados como "Rebelious High" y "My mom says I´m a good guy". También las fedoras, que sé que le vendrán muy bien a la cabeza de cierta lesbiana que se jura Justin Timberlake ("haz el bien sin mirar a quién", dice mi madre).
Confieso que de filántropo tengo lo que tengo de futbolista y filósofo, pero amanecí con espíritu benefactor y con ganas de hacer felices a los huérfanos malvestidos de la Madre Teresina de Calacoaya.

¿En cuanto a seguir comprando? Me es muy difícil tener un billete de cien pesos sin imaginarme a Nezahualcóyotl diciendo: "¡TEJUILKONI EJÉCATL!" (traducción: "úsame, gástame"), pero prometo ser más prudente y selectivo en mis gastos. Por ejemplo, en lugar de comprar una playera apolillada, comprar una familia de polillas y apolillar una que ya tenga...

"Me llamo Daniel y soy shopaholico..."

Dos de las cosas que más atesoro: Una pulsera que uso todos los días desde hace 7 años y mi leal playera gris

Madrid 2003: Un atuendo cuestionable que todavía tengo 
(pero ya no uso)

Una ardilla...

lunes, 16 de agosto de 2010

"I believe..."

"I can believe things that are true and I can believe things that aren´t true and I can believe things where nobody knows if they´re true or not. I can believe in Santa Claus and the Easter Bunny and Marilyn Monroe and the Beatles and Elvis and Mister Ed. Listen- I believe that people are perfectible, that knowledge is infinite, that the world is run by secret banking cartels and is visited by aliens on a regular basis, nice ones that look like wrinkledly lemurs and bad ones who mutilate caddle and want our water and our women. I believe that the future sucks and I believe that the future rocks and I believe that one day White Buffalo Woman is going to come back and kick everyone´s ass. I believe that all men are just overgrown boys with deep problems communicating and that the decline in good sex in America is coincident with the decline in drive-in movie theaters from state to state. I believe that all politicians are unprincipled crooks and I still believe that they are better than the alternative. I believe that California is going to sink into the sea when the big one comes, while Florida is going to dissolve into madness and alligators and toxic waste. I believe that antibacterial soap is destroying our resistance to dirt and disease so that one day we´ll all be wiped out by the common cold like the Martians in War of the Worlds. I believe that the greatest poets of the last century were Edith Sitwell and Don Marquis, that jade is dried dragon sperm, and that a thousands of years ago in a former life I was a one-armed Siberian shaman. I believe that mankind´s destiny lies in the stars. I believe that candy really did taste better when I was a kid, that it´s aerodynamically impossible for a bumblebee to fly, that light is a wave and a particle, that there´s a cat in a box somewhere who´s alive and dead at the same time (although if they don´t ever open the box to feed it, it´ll eventually just be two different kinds of dead), and that there are stars in the universe billions of years older than the universe itself. I believe in a personal god who cares about me and worries and oversees everything I do. I believe in an impersonal god who set the universe in motion and went off to hang with her girlfriends and doesn´t even know that I´m alive. I believe in an empty and godless universe of casual chaos, background noise, and sheer blind luck. I believe that anyone who says that sex is overrated just hasn´t done it properly. I believe that anyone who claims to know what´s going on will lie about the little things too. I believe in absolute honesty and sensible social lies. I believe in a woman´s right to choose, a baby´s right to live, that while all human life is sacred there´s nothing wrong with the death penalty if you can trust the legal system implicity, and that no one but a moron would ever trust the legal system.
I believe that life is a game , that life is a cruel joke, and that life is what happens when you´re alive and that you might as well lie back and enjoy it."

Neil Gaiman, "American Gods", 2001


viernes, 30 de julio de 2010

Obra en construcción

Yo confieso, que si hay algo en ésta vida para lo que soy un experto, es para dejar proyectos personales a medias.
Generalmente  son novelas que abandono en una cuartilla de un archivo de Word que eventualmente borro, pero hubo un tiempo en el que eran canciones que se quedaban en estribillo, poemas que no pasaban de una rima y muchas ilustraciones que murieron siendo boceto.
Yo culpo a que me autoproclamo un soñador miedoso. Siempre soñando, siempre creando, pero en cuanto le doy cabida a lo “real” de la realidad, pierdo todo empuje y solito me sentencio al “para qué”.

“Filippo e Isabella” es uno de los proyectos que empecé el año pasado y que sufrió el mismo destino que muchos otros intentos de escribir un libro infantil e ilustrarlo: olvidado en un hard drive. Sin embargo, a éste en particular le tengo mucha fé y lo he de terminar algún día.
Se trata de Filippo, un gato negro mimado que lo tiene todo, hasta que un día se vuelve el causante de las alergias del nuevo miembro de la casa y lo echan.
Junto con su mascota, un ratón llamado Sigmund, Filippo tiene que replantearse  su hasta entonces cómoda vida, y aprender a hacer todo por su cuenta, incluyendo encontrar un trabajo.
Tras varios intentos fallidos en empleos más apropiados para humanos, a Filippo le cae el veinte que es un gato, y lo peor de todo: uno de mal agüero. Decepcionado y a punto de rendirse, conoce a Isabella, una joven bruja quien curiosamente necesita de un gato negro para completar su “look profesional”. Filippo acepta el empleo, muy a pesar de sí mismo, y a partir de entonces empieza una compleja relación con su empleadora, y una búsqueda por aceptar su naturaleza  (Tan-tan).
Les dejo una parte de lo que llevo escrito, y un boceto del personaje principal. No sean muy críticos, no soy escritor.

1-    De Filippo...

Filippo era un gato afortunado. Vivía  en el séptimo piso de uno de los edificios más lujosos de la ciudad, donde un portero trajeado recibía  a los inquilinos con elegantes gestos y acento ruso, y los pisos de mármol blanco eran tan relucientes que daba la impresión de caminar sobre espejos.
Desde que tenía  memoria vivía  ahí, despertando todas las mañanas sobre una cama acolchonada, decorada con al menos 8 almohadas rellenas de plumas de ganso holandés y tapado hasta el cuello con sábanas de quinientos hilos.
Su armario, del tamaño de una habitación mediana, rebosaba de ropa minuciosamente separada por estaciones: mamelucos de franela suave y calientita para las noches de invierno,  pantaloncillos cortos de lino para el verano soleado y bufandas de lana peruana para el frío viento de otoño. Sus cajones guardaban decenas de pares de calcetines, algunos de rombos, otros rayados y de lunares. De cachemir, de algodón y seda.
Corbatines estampados y un estante repleto de todo tipo de zapatos boleados hasta el punto de brillar cuando pegaba la luz del sol, completaban el suntuoso vestidor.

No cabía duda que aquél era un gato afortunado, y a falta de un mejor adjetivo, uno peculiar. Aunque de pelaje negro como la noche menos estrellada, y cola larga y tupida, Filippo había  pasado gran parte de su primera vida resistiéndose a aceptar su naturaleza felina. Sus dueños, Él y Ella, le habían dedicado tanto tiempo, cariño y dinero desde que era una bolita de pelos negros y ojazos amarillos, cumpliendo sus caprichos más descabellados y exigentes y peinándole los bigotes con un cepillo de marfil, que el resultado de tanta condescendencia fue el primer gato que no quería ser gato.
Para empezar, amaba el agua como nadie. De ser posible, se bañaba tres veces al día , sumergido en burbujas con aroma a hierbabuena dentro de una enorme tina de cerámica con patas cromadas. Se tallaba su cuerpo con gran deleite, empapando la esponja en forma de oca y enjabonándose hasta el último pelo de sus picudas orejas.
La leche nunca la bebía sola. De ser así, la escupía y sufría de agudas agruras durante 3 días y sus noches. Para evitarlo,  la bebía  chocolatada de lunes a viernes y sabor crema irlandesa los fines de semana.
Pero nadie veía  venir que en su resistencia a lo gatuno, Filippo ordenaría  a sus dueños le compraran un ratón como mascota.
El primero, un ratón moteado y nervioso, había sido víctima  de sus instintos: en un impulsivo retortijón de panza, Filippo se lo había comido de un bocado, en lo que definía como el día  más vergonzoso de su existencia. Aquél día en el que sucumbió a sus deseos más bajos y sació su hambre a costa de un fiel compañero.
El segundo, uno blanco de ojos rojizos, duró únicamente un mes, hasta que decidió probar la galleta  de jengibre envenenada de la vecina.  Pasó una semana para encontrar su cuerpo sin vida junto a la suculenta evidencia. El diagnóstico de Filippo: “empacho por gula”. Lo que nadie nunca supo fue que la decisión había sido premeditada y definitiva, en una especie de escape desesperado de su involuntario encierro.
El tercer ratón, y su actual mascota, era de un humilde color gris, y a diferencia de los dos anteriores, había llegado voluntariamente y sin previo aviso.
Apareció un día en la biblioteca, husmeando entre los libros empolvados por el tiempo y el desinterés, pasando cada hoja con sumo cuidado y leyendo con detenimiento cada párrafo en un estado de concentración y disciplina tal, que le hacían parecer un roedor hipnotizado. Antes de que Ella pudiera matarlo a escobazos, Filippo le ofreció la vacante de mascota y éste accedió con una simple y justa condición: a partir de entonces todos los libros en la biblioteca serían suyos y nada más que suyos.
Filippo no puso resistencia, y al más puro estilo de dos caballeros, estrecharon sus manos para cerrar el trato. El ratón se hacía  llamar Sigmund, a pesar de la insistencia de Filippo en rebautizarlo como Peluso Tercero. Usaba un par de gafas de pasta roja que había encontrado en un basurero de la ciudad, y su afición más grande era la lectura, algo que Filippo no compartía  y criticaba en cada oportunidad: “¿Para qué leer si se puede tomar el sol y beber una piña colada en el balcón?”-decía , convencido de que Sigmund era la mascota más aburrida y rara del mundo. Ante esto, Sigmund solo movía la cabeza de un lado a otro y pensaba a su vez que Filippo era un amo mimado y autocomplaciente.
Para la decepción del excéntrico gato, Sigmund parecía más interesado en devorar cada palabra de cada libro de cada estante de la enorme biblioteca, que saltar sobre la cama o tomarse fotos usando sombreros chistosos. Utilizaba palabras pomposas como “especulaciones” al menos dos veces por oración, lo que a Filippo le provocaba una comezón terrible acompañada de un inevitable bostezo.
Aunque dispares en muchos sentidos, el gato había encontrado en Sigmund y particularmente en sus grandes orejas, alguien que lo escuchara. Últimamente se sentía desatendido por Él y Ella, cuya ausencia en el departamento era cada vez más notoria.


lunes, 26 de julio de 2010

"La Prueba"

En mi no tan desesperada búsqueda de trabajo, las cosas no podían marchar viento en popa, ni la miel podía vertirse sobre las hojuelas, pues verán...si así fuera, mi vida no sería mi vida.
Eddie Murphy, (el de la ley, no el de las películas) decidió desde muy temprana edad (mía, no de él), que yo iba a ser el vocero oficial del infortunio y la prueba tangible de su famoso adagio.
Mi vida, en resumen, es un pan Bimbo que se cae al suelo, siempre del lado de la mantequilla.

El punto de ésta entrevista en particular, era que yo resolviera una “prueba” que el entrevistador me tenía que enviar. En teoría,  la famosa prueba tenía que estar en mi correo electrónico a la mañana siguiente, pero nunca llegó…
Dejé pasar un día sin insistir, para no sonar demasiado desesperado y/o urgido (“darme a desear”, que le dicen), pero pasadas las 24 horas, y durante las 3 semanas siguientes, olvidé mi dignidad y decidí llamar, enviar correos, telegramas y hasta palomas mensajeras preguntando por esa “prueba” y si todavía seguía en pie la posibilidad de conseguir el puesto (“mostrar interés”, que le dicen).
Después de varias insistencias de mi parte y varios “esques” de la otra, opté por rendirme y me puse a pensar qué tan difícil es que te hablen con la verdad:  “Lo siento, no eres apto para este trabajo”, o “La vacante ha sido tomada”, o “Te odiamos”.
¿Sería que el amable entrevistador se preocupaba demasiado por no herir mis sentimientos? Entonces solamente bastaba un “no eres tú, soy yo” para que dejara de insistir…
Lejos estaba yo de la verdad , y había que dejárselo a Murphy para hacérmelo saber con sus maneras tan sutiles como una cachetada con mano mojada.
Pasadas las 3 semanas,  y después de 4 días de no revisar mi correo, recibí “la prueba” con una fecha límite de entrega…para 2 días antes.
Como la esperanza muere al último, decidí hacerla, un día lunes donde la creatividad no cabe. ¿La prueba? Dos propuestas con el tema libre “México Contemporáneo” para una botella edición especial de José Cuervo. No me pregunten por qué, ni qué tiene que ver con la tarea encomendada, pero las siguientes imágenes fueron el resultado de mi ardilla tratando de dar lo mejor de sí en una situación de emergencia:
Día de muertos+luchadores+papel picado+agaves=mi obra maestra.
Está de más decir que no me quedé con el puesto y que la experiencia me hizo sentir tan perdedor como Eddie Murphy (el de las películas, no el de la ley). 

Y para finales cinemáticos,  ¿no hubiera sido genial recibir un correo del entrevistador que leyera: “LA PRUEBA ERA SER PACIENTE”? …


jueves, 8 de julio de 2010

DE PÚBERES LOBO Y VAMPIROS VÍRGENES

Un encargo de una amiga para el cumpleaños de otra amiga.
La vox populi se divide en dos: o eres del equipo de un vampiro moralino que usa diamantina en todo el cuerpo, o de un lobo puberto con la hormona alterada que necesita aprender a controlar su ira. 
Si quieres saber cómo es una persona, sólo pregúntale a quién le va, si al lobo o al vampiro. 
También pregúntale si prefiere a Jennifer Aniston o a Angelina Jolie...Woody o Buzz...Pituca o Petaca... 
Así de fácil es hacerte de aliados o enemigos en el bendito y cómodo siglo 21.
Por si les interesa, yo soy 80% Team Pectorales de Jacob, 20% Team Pelos de Edward.



 

jueves, 1 de julio de 2010

LO QUE SÍ (OTOÑO/INVIERNO 2010-11)

En lo que estoy pensando qué tan cortos pueden ser unos shorts antes de ser considerados hot pants, las tiendas ya iniciaron temporada de rebajas para darle la bienvenida a las colecciones de otoño, y mientras, del otro lado del charco, terminan las semanas de la moda para caballero (primavera/verano 2011) con las colecciones de París.
Así es esto de los ropajes y lo efímero de las tendencias: al mismo tiempo que uno titubea si comprar o no una playera de influencia marinera para ÉSTE verano, los expertos de las grandes capitales ya te están diciendo que para el próximo las rayas están fuera y q tú eres "soooo last season"...
Adelantándome tantito (no mucho, considerando que las semanas de la moda fueron en febrero y que 3 meses se pasan como pedo), aquí les dejo las colecciones que más me gustaron para éste otoño/invierno venidero, de tres de las grandes capitales: Nueva York, Milán y París. Así que si les gusta la moda y leer la opinión de alguien que probablemente tendría que empeñar su casa para poder adquirir cualquiera de los atuendos abajo mostrados, enjoy... Si no, sigan viendo el Mundial.


MILÁN
1. PRADA
“My intention was to work on nothingness, on banality.” 
Así describió Miuccia Prada su colección con influencia setentera, y yo no tengo otra cosa que decir más que: "gracias Doña Miuccia", porque al fin hizo algo que entendí sin necesidad de un punto de vista intelectual. Después de las transparencias de éste verano, y antes de las rarísimas filipinas tipo veterinario para el verano 2011, la diseñadora italiana logró una colección ponible y aterrizada, sin perder su toque de distinción (como calcetín Donelli): alternativas al camuflaje, pantalones acampanados y sweaters encogidos. MUCHA MIUCCIA!


2. BURBERRY PRORSUM
"Protect, explore, inspire was the mantra this season."
Déjenselo a Burberry Prorsum y a su (cof-guapo-cof) diseñador Christopher Bailey para sacar los mejores abrigos, gabardinas y botas de la temporada. 
Enfocado principalmente en el outerwear, la colección sigue la marcada tendencia militar y la lleva a otro nivel con detalles femeninos y siluetas contrastadas. A Papá Dios gracias que Christopher ya superó el duelo por la muerte de su novio para que siga sacando colecciones así...(apoco no fue un cierre dramático).


3. DOLCE & GABBANA
"This time we´re looking back to the old days of Sicily"
¿Qué tan malas son mis referencias históricas y literarias, para que esta colección me recordara a un mashup entre Oliver Twist y mineros sexys?
No importa cuál sea la verdadera inspiración, el desfile para la línea principal de Domenico Dolce y Steffano Gabbana fue una de las que más me gustaron, aunque sigo dudando un poco de quién va a tener el valor de salir a la calle en long johns. Gris, gris y más gris, pero no por eso aburrida o sosa, ya me ví usando boina tipo siciliano y chaleco para toda ocasión.




NEW YORK
1. COMMONWEALTH UTILITIES
La primera vez que oigo hablar de ésta marca y de su diseñador, Anthony Keegan, (graduado de Central St. Martins), pero dentro de todas las colecciones presentadas en la Mercedes Fashion Week, una de las más reales y más fieles al sportswear americano. Será por mi obsesión por los pantalones de brincacharcos, los toques ñoños como lentes de pasta y blazers a cuadros, o las referencias náuticas, pero sentí q toda, todita ésta colección, estuvo hecha para mí.


2. MICHAEL BASTIAN
En mi humildísima y carente de experiencia sartorial opinión, uno de los mejores diseñadores de ropa masculina en Estados Unidos, y otro que se mantiene fiel al look del layering, Michael Bastian presentó una colección que seguro le gustaría a Wes Anderson (mi director preferido) y que tiene lo que le faltó a la de Dean y Dan Caten: realismo y "ponibilidad".
Preppy y brittish al mismo tiempo, ésta es otra de las marcas que vale la pena seguir en su evolución.


3. MARC BY MARC JACOBS
Marc, lo hiciste otra vez...Pero quién soy yo para alabarte, si aunque hubieran marchado modelos disfrazados de abejorro hubiera dicho lo mismo: MAGNA!
Ésta vez la línea secundaria del diseñador americano se inspira en lo militar,  y como muchos otros,  le baja dos rayitas y deja que las sutilezas y los detalles hablen por la colección.
Pantalones cargo en color oliva, cardigans, gabardinas y backpacks, aunque discreta y nada tendenciosa, MARC sigue siendo de los desfiles más esperados de la temporada y sí, mi favorito.



PARÍS
VIKTOR & ROLF
El dúo holandés nunca decepciona. Viktor & Rolf fue el único desfile que escogí de la semana de la moda parisina porque al final del día, moda se trata de cosas que puedas usar sin parecer disfrazado. 
Sofisticada sí, y elegante, también, pero sin perder su ingenio y encanto en detallles como lentes de pasta bordados sobre jeans y bigotes sobre sweaters, que le quitan lo monótono a la paleta gris y pálida. Neta, voy a poner a bordar a mi abuela lentecitos en todos mis pantalones...


Con ésto doy por terminado mi reporte de LO QUE SÍ. Esperen el de LO QUE NO, que seguro será más divertido. ¿Se sintió abrupto el final?

miércoles, 23 de junio de 2010

"Hola, soy un bebé sin destetar...¿te paso mi tarjeta?"

En mis tiempos, cuando ibas a una fiesta infantil, la mejor forma de darte a conocer entre tus iguales era tan rudimentaria e inocente como embarrar un moco, pegar, usar la frase "si tú me enseñas el tuyo, yo te enseño el mío", ofrecer un frutsi (eso sí, consumido al revés), jugar a q "disque" eras un Thundercat (en mi caso particular, "disque" un cariñosito), odiar a las niñas si eras niño, odiar a los niños si eras niña, juntarte con las niñas y amar en secreto a los niños si eras yo, etc.
Hoy, tomando en cuenta uno de los últimos trabajos que me solicitaron mis clientes, los métodos parecen ser un tantito más sofisticados : Tarjetas de presentación.
¿Personitas con calzón entrenador repartiendo sus tarjetas y los PIN de sus Blackberry? ¡Bienvenidos al 2010!

(Creo q está de más decir q todas las imágenes son mías de mí, pero por si las flais, SON MÍAS DE MÍ)

martes, 8 de junio de 2010

SE BUSCA...

Leí en una revista española que la mejor manera de encontrar trabajo en un mundo en crisis, es siendo creativo. El tip que me daban ("¡comprobado y eficiente!") era imprimir mi currículum en una playera y pasear por la ciudad... 
Suena bonito si vives en Madrid, pero hablando como víctima de 3 asaltos y fiel usuario del transporte público, ir agarrado de un tubo ceboso de la línea azul, con mis datos al aire y las miradas de adoradores de la Santa Muerte vestidos como Wisin y Yandel clavadas sobre mí, me hace sentir un tantito expuesto. 
Entonces decidí pensar "creativamente". Y concluí q para "creatividades", por qué no escribir una obra: "CURRÍCULUM VITAE: El musical". 
Cuando me di cuenta q mi experiencia laboral apenas me daba material para montar la mitad del primer acto, deseché la idea y me dolió no poder aprenderme la coreografía del tema principal, "All the workless ladies". Concluí q no es buena idea hacer de la Glamour tu gurú , y opté por lo más sensato: buscar trabajo...en bolsas de trabajo.

La cosa está así: Cuando la gente me pregunta "en qué trabajas", yo respondo que soy diseñador gráfico freelance. 
Soy un freelancero feliz. También soy un freelancero pobre. Pobre, pero feliz. Feliz PERO pobre (el pero usado como un enlace que une dos sintagmas cuyos significados se contraponen, se restringen o se limitan).
Es un hecho que la necesidad te carcome las entrañas y a un año del "gracias por participar" ya siento la presión de un ingreso quincenal, q a su vez está muy peleado con mi resistencia a trabajar en algo q no me guste (con ustedeeeeees: LA AMBIVALENCIA).
En mi búsqueda por una mejor vida, me encontré con ofertas de trabajo para diseñadores e ilustradores q me provocan una fabada de emociones encontradas y me llevan de la risa al llanto más rápido de lo que puedo decir "desempleo". Primero, los sueldos son risibles y el equivalente a un escupitajo flemoso en mi título. Segundo, las habilidades requeridas son una lista interminable de tareas, que te preparan para lo q parece ser el peor trabajo q tendrás en tu vida. 
Cuando leí q en una de las ofertas peor pagadas me pedían "Alta tolerancia a la frustración" y "Mucha disponibilidad de tiempo", pensé en sugerirles que agregaran "Tolerancia al uso de grilletes"...
Entiendo la parte de que un trabajo "cuesta trabajo", pero defiendo la parte de que un trabajo te tiene q gustar. Diseñar es mi pasión, y si decidí q esto iba a ser mi oficio y lo q iba a poner el pan (Bimbo light) sobre mi mesa, quiero q sea un trabajo q me guste, q me motive y q mantenga viva la pasión por la cual todo ésto empezó.
Con miedo a sonar chafamente subversivo, me resisto a ser una máquina frente a una máquina. Soy un creativo q quiere ser creativo y q le paguen por eso.
Y sí, mundo, yo sé q el trabajo ideal no existe (por algo he perdido la fé en q me paguen 100 000 pesos al mes por cuidar un establo lleno de unicornios), pero ¿puedo darme el lujo de escoger mi trabajo?, o tengo q apechugar (como todo en ésta ciudad) y resignarme al primer reclutador q me diga "está padre tu portafolio"...
Si el hippie q llevo dentro fuera un poquito más hippie, ya me hubiera montado en una combi pintada con flores a vender pulseritas hechas con conchas de Zipolite. Pero la verdad es que el hippie q llevo dentro es un capitalista disfrazado y se resiste a cambiar sus trusas Calvin Klein por unas Zaga...

Maldigo a  Oprah quien me hizo saber q los Daneses son las personas más felices del mundo por sus condiciones de trabajo (¿salir todos los días a las 4 de la tarde porque las empresas entienden que para trabajar bien, tiene q haber un equilibrio entre la vida laboral y personal? FUCKERS!)

Creo q al final del día me prefiero como un ilustrador FREElance (nótese el énfasis) con un ingreso limitado a un técnico con un ingreso bajo y fijo q solo duerme 3 horas diarias. 
La búsqueda por "ESE", mi trabajo, sigue. Mientras, FML, I´M LOST.




lunes, 31 de mayo de 2010

Ay les va una breve...

Cuando uno le pone amor a lo que hace, las cosas salen mejor de lo que esperas.
Éstas fueron las invitaciones que diseñé para la fiesta de mi "cónyugue", el pirata Bartolomeo "La Tintorera" Morgan.
Estoy muy obsesionado con el arte pop, sobretodo las texturas "punteadas" q usaba Roy Lichtenstein en su obra, y ahora soy culpable de su uso indiscriminado e injustificado en prácticamente todo lo que hago.
Prometo más entradas pronto. Mientras: AHOY MATEYS!


martes, 11 de mayo de 2010

CARAMELO

Para describir con justicia a Caramelo basta una anécdota.
Ella iba al volante, siempre precavida y seguramente atenta al radio por cualquier consejo práctico q saliera de la boca de Talina Fernández. Yo, con 12 años, sentado a su derecha en mi eterno papel de copiloto.
De la nada sale un púber montado en una camioneta, de esos que no han sido destetados, pero ya tienen licencia de manejo. El púber insiste en querer meterse/ Caramelo hace sonar el claxon.
Verán, los púberes no son receptivos al sonido de un cláxon (porque -duh!-  son superiores a todo lo demás sobre ruedas y nadie osa cuestionar las habilidades de un transeúnte q no ha mudado sus dientes de leche), así que PLOP, decide chocarnos. Y después decide huir. Y en su huída -por qué no- chocarle también a un microbus. Hay algo sobre Caramelo q necesitan saber: su paciencia tiene límites. Si alguien o algo la rebasa, aunque sea un poco (muy poco), sucede lo siguiente. Caramelo, grita: AGÁRRATE!, decide unir fuerzas con el "caballero" del microbús, y como película de Zona Nitro de AXN, empieza una persecución donde las reglas de tránsito no existen, los topes de Satélite no son montañas y las luces rojas significan "siga".
Y ahí vamos, Caramelo, el señor microbusero y su servidor tras el púber fugitivo. Vueltas precipitadas a la izquierda, vueltas precipitadas a la derecha, enfrenones y arrancones, hasta que logramos acorralarlo. Caramelo se baja del coche, como vaquero que hace sonar sus espuelas. El púber hace lo mismo y...rompe en llanto. De ahí en adelante todo es confuso. Caramelo solo hablaba, el fugitivo lloraba y el microbusero maldecía. El púber se despide de Caramelo, sube a su camioneta y se va. Caramelo regresa al coche suspira y dice: "Pobrecito muchacho, agarró la camioneta de su papá sin permiso. Ya le dije que tiene que hablar con él...Ojalá no lo regañen". Y así, como si nada, seguimos nuestro camino, yo de eterno copiloto, y oyendo atentos a Talina Fernandez.

La mezcla perfecta entre la badassness de Bruce Willis y la santidad de Freulein Maria, eso es Caramelo. Caramelo es mi mamá. Por eso, esta entrada es un homenaje que nada tiene que ver con complejos edípicos y mucho con admiración.
Si hay alguien que me ha enseñado mucho, incluyendo la importancia del buen vestir y la moda, esa es mi madre. Me gusta imaginar que en sus tiempos de Caramelo (aunque el mote suene a nombre de prostituta de cantina del salvaje Oeste), era una especie de celebridad en su natal, Irapittsburg. Cuenta la leyenda que fue la primera mujer  en usar pantalones y minifalda, y algo me dice que seguro hay un crotch-shot de ella en alguna hemeroteca donde guardan ejemplares de "El Sol de Irapuato". Siempre, ha tenido un gusto impecable y gran sentido de la moda, y aunque hoy en día cambió sus pantalones de campana y zapatos de plataforma por crocs y un bastón, aquí les dejo unas fotos previas a los terribles perms de los ochentas y la comodidad ortopédica de los zapatos Flexi.
Yo sé q para todos su madre es la mejor madre, pero en mi caso, modestia aparte y sin contar con que soy producto de sus entrañas, Doña Carmela es la pura gozadera. Desde su afición por los Ovnis, su teoría que los delfines son extraterrestres y que Bill Gates es Lucifer, pasando por los 6 años de cargar una cruz en su espalda tallada por todo su católico-apostólico ser, hasta darse cuenta que detrás de una etiqueta como GAY seguía estando su hijo, y que ahora le regale bufandas a mi novio, la verdad es que como Caramelo, no hay dos.









viernes, 23 de abril de 2010

Bienvenus a Maison Belén (sí, es franchute)

Breve entrada para recomendarles un lugarcito: Maison Belén es su nombre y sí, algo tuve yo que ver en su creación.
Mi primer trabajo que considero en serio de mi sufrida vida de freelancero, y quizás el orgullo más tangible de mi don, la imagen de éste petit bistrot ubicado en la calle de Emilio Castelar en Masaryk, es producto de la unión de dos talentos: Bere Torres y yo mero.
Nuestro nombre artístico a la "Viruta y Capulina" es Hansel y Gretel, y esperamos que así como con éste trabajito, nos salgan otros tantos que más tarde pueda estar yo posteando (no tan modestamente) por aquí. Por lo pronto, ya estamos haciendo el diseño de la página web de una tienda en la Condesa, pero eso es harina de otro costal y ya les hablaré de ella una vez que esté subida.

En cuanto a Maison Belén, es un pequeño restaurante estilo parisino comandado por una excelente chef: Belén Alonso.
Desde el momento en que la conocimos hace poco más de un año, supimos que clienta como ella no habría otra. 
Su primera referencia gráfica para realizar el branding fueron los libros ilustrados de la inglesa Lauren Child, "Charlie and Lola", y en ese instante nuestros corazones dijeron "de aquí somos". Luego sacó una libretita kitsh para anotar sus cosas y nuestros corazones latieron de felicidad. Remató diciendo cuánto amaba "Mansión Foster" y fue entonces cuando supimos que nuestros corazones pertenecerían a ella hasta el final de los tiempos, y lamentamos el no haber salido de su útero 20 años después de haber salido de los insuslsos úteros de nuestras respectivas madres.
Desde el diseño del logo, hasta el personaje que creamos basándonos en ella como imagen del lugar, Belén siempre nos ha dado lo que los diseñadores le pedimos a Santa Clos y a Dios Padre, que tengan los clientes: libertad creativa. (Dicho sea de paso, también las juntas más divertidas y "gozosas" en la historia de las juntas...y pagos puntuales).
No duden en visitar éste lugar, que aparte de bonito también se come muy bien. 
De postre llévense unas trufas de chocolate y de tomar échense una Orangina en mi honor, que es el "chesco" que me recuerda mis veranos en los alpes (algo así como la Chaparrita europea). Si pueden, los insto (qué bonito: "los insto") a que pregunten por la mismísima Belén. Háganle plática, pregúntenle cosas y verán cómo la próxima vez no solamente regresarán por lo bueno de los platillos y lo bonito del lugar, sino también por la dueña de ésta, "su casa".

MAISON BELÉN, Emilio Castelar No 31, Polanco. 



jueves, 15 de abril de 2010

TRENDS 2010: Los Carrot Pants (o "el aguantacacas" para los cuates)

Es bien sabido que la moda es un tema tan delicado, que se podría echar un mano a mano con la religión y el futbol. Ahora que si se trata de una novicia que usa hábito Chanel y le va al América, agárrense, la polémica personificada...
Pero en ésta entrada no nos atañe hablar de Sally Field, y sí de una de las tendencias en moda más fuertes para éste año: los infames carrot pants.
Casi todos los diseñadores de ropa masculina presentaron éste corte de pantalón como uno de los platillos fuertes para primavera-verano 2010, e incluso continuaron la tendencia para otoño-invierno, desafiando los cortes tradicionales y proponiendo una alternativa a los ya muy vistos pantalones pitillo (amo esa palabra).
Sinónimo de los harem pants (o primos hermanos? o vecinos?), el carrot pant es un corte que se describe como amplio de la parte superior, tiro largo, y angostos a partir de las rodillas. En pocas palabras: un pantalón baggy con crisis de identidad.

 
 
Ésto de las tendencias siempre hay que saber manejarlo con cuidado. Son efímeras y no a todos les van. Por algo existen dichos como "De la moda lo que te acomoda", "Aunque la mona se vista de seda, mona se queda" y "I want to be delgada to fit into my Prada". Como era de esperarse, hice caso omiso a éstas tres advertencias y ya tengo dos pares colgando en mi clóset.
El problema con éstos pantalones (o particularmente el mío) es que son sumamente difíciles de usar. 
Leí en un blog que la mejor manera para armarte un look con carrot pants y/o harem pants, es acercarse a ellos como si fueran unos pantalones "normales" (lo pongo entre comillas porque considero políticamente incorrecto insinuar que son anormales, más bien son unos pantalones con un "alternative lifestyle"). 
Osea que si tienes unos carrot pants de mezclilla, por ejemplo, primero agarra unos jeans del mismo color, arma tu atuendo como lo harías normalmente y al final sustituye los jeans por los carrot pants. Échate un vistazo en el espejo, y empieza a editar tu look, quitando y poniendo prendas según sea necesario.
Cuando seguí éste "paso a paso", de pronto me vi reflejado y lo único que traía puesto eran los pantalones. ¿Qué quiere decir esto? ¿Que la única manera en que pueden lucir bien es no usando nada?...
La ventaja que les veo, es que después de 4 años de usar skinny jeans casi hasta para dormir, mis gónadas por fin dieron un respiro y ya no tengo que considerar ir a Malawi por un hijo. Tomando en cuenta la campaña de difamación que hay detrás de los skinny, ¿será posible que éste corte encuentre su nicho entre el público masculino y sobretodo, el mexicano? Basta darse una vuelta por las tiendas "poorgeoisie-friendly" como Pull and Bear y Zara para darse cuenta que sí tienen stock del corte en todas sus variantes, pero de ahí a que se venda, es un enigma.
Por lo pronto yo no he visto a nadie más usándolos, y el día que yo he tenido el valor de hacerlo, los únicos comentarios que he recibido han sido "qué, ¿te hiciste popó?" y "desde cuándo usas pañal!" (ay, el humor).
Colecciones otoño-invierno 2010-11
Me cuesta creer que un corte tan difícil como este, tenga el éxito y la trascendencia que tuvo el corte pitillo (que pasó de ser una tendencia a un fit más), y tomando en cuenta que vivimos en un país donde Ed Hardy es considerada una marca "de moda", algo me dice que las tiendas van a regresar muchos carrot pants al proveedor.
Mientras agarran fuerza (o pasan desapercibidos), yo voy a seguir intentando sacarles provecho hasta dar con un look completo que no involucre andar por la ciudad descalzo y topless.


TOPMAN y sus tips de cómo usarlo

martes, 6 de abril de 2010

Érase una vez hace once años en THE FACE (y mi vida)

Once años suena poco. Casi que suena a ayer. Pero cuando tienes 29 años y haces la cuenta con ábaco y te cae el veinte q hace once tenías 18, entonces once años suena a mucho. Suena a q pesa. Suena a q en once años has hecho y han pasado tantas cosas, que es difícil creer que eres la misma persona que fuiste. Y luego, si sigues pensando y recordando, te das cuenta que después de todo, en once años no has hecho casi nada y que el tiempo es embustero y truculento, y que la única constante en tu vida es que tu gata gorda sigue viva y te preguntas si existe la remota posibilidad de que un felino haga un pacto con Belcebú.
Toda esta reflexión que en realidad no lleva a nada, surgió de una visita a mi hemeroteca personal donde me encontré el número de agosto de 1999 de la que era en aquél entonces mi revista preferida: The Face. La revista "murióse" hace 5 años por bajas ventas, pero durante 25 años fue una de las mejores revistas pop de Gran Bretaña y el mundo, y muchos se refieren a ella como "the fashion Bible of the 80´s"(mucho me arrepiento y fustigo por haber tirado el número con McQueen en la portada).
Recuerdo que este número lo compré durante las últimas vacaciones oficiales con mi familia, en la etapa en la que yo era clínicamente diagnosticado como púber y mi mamá era una menopáusica peligrosa. Oséase enemigos declarados por naturaleza. Y gracias a la incompetencia de las aerolíneas gringas, pasé dos días en Londres todo pagado y de pura chiripa se hizo realidad uno de mis sueños. Mi otro sueño era empujar a mi mamá al Támesis o dejarla empeñada en el museo de Madame Tussaud, pero éste no se hizo realidad (a papá Dios gracias).
Hoy, extraño mis vacaciones a Europa de "papi paga" y posiblemente mi esquelética figura. Me quedo, eso sí, con grandes recuerdos y con ésta revista que atesoro aunque esté rota y a un año de teñirse de amarillo.
Hojeándola, pues, decidí sacarle fotos a cosas que a mi me parecen superficialmente memorables de The Face en 1999 y escribir cosas superficialmente memorables de mí mismo ese mismo año. Entonces...
En 1999:
-The Face tenía 19 años
-Yo tenía 18
-The Face publica un artículo sobre la legalización de la marihuana
-Yo tenía un poster que decía "Stoned again?" el cuál me parecía mágico y lleno de hojitas coloridas y cuyo mensaje entendí hasta años después
-The Face habla sobre la primera película de Sofia Coppola, "The virgin suicides" (una de mis preferidas)
-Yo era calificado por mi mamá como un virgen suicida tras encontrarse un poema que escribí titulado "Cuando Fulano murió"
-The Face hace una editorial con Giselle Bündchen, quien empezaba a destacar como top model
-Yo (todavía muy guardado en el armario), vivía secretamente enamorado de un niño de la escuela llamado Marcus, quien empezaba a destacar como top model... de la ERES
-The Face habla sobre los raves en Glasgow
-Yo empezaba a ir a las fiestas de generación y no conocía el sabor de un Caribe Cooler
-The Face anuncia Swatch Beat, el reloj de moda que medía el tiempo mediante el internet (huh?)
-Yo lloraba porq mi papá no me quiso comprar el Swatch Beat (pero tuve un Casio Film Watch)
-The Face menciona a Pokémon como un nuevo fenómeno, dando su salto a la cultura occidental
-Yo di mi salto a la cultura oriental cuando besé a una Koreana (o sucedió más tarde????)

En fin, a continuación las fotos, y no me queda más que decir: "Tu ru tu tu tuuuuuuu, cómo hemos cambiado" (as in aquella canción de Presuntos Implicados, recuerdan?No? Ash)


Anuario 1999
(oh the shame)

Londres 1999
(la tensión madre-hijo se palpa)