sábado, 9 de enero de 2010

Les deseo que éste 2010 esté lleno de Zombies hambrientos!

-Quiero ser sidekick de un Woody Harrelson q use jeans entallados.
-Quiero q Emma Stone sea mi interés amoroso y me desvirgue.
-Quiero q Abigail Breslin... bueno, quiero q ella siga siendo Little Miss Sunshine, cuando tenía panza de perrito sin desparasitar.
-Quiero romperle el cráneo con un bat a un hillbilly hambreado q escupe sangre.
-Quiero aprender a usar una ametralladora para matar a una docena de muertos vivientes con antojo de mis entrañas.

Así me sentí cuando salí de ver Zombieland. La misma emoción q sentí cuando vi Jurassic Park y quise ser paleontólogo, o cuando vi Castillos de Hielo y quise ser Lexie (una meta más difícil ya q implicaba clases de patinaje artístico y una reasignación de género).
Qué bonito se siente pagar 58 pesos (CASI 60!!!) y salir del cine satisfecho.
Ésta es una de esas películas palomeras por las q vale la pena comprarse unos Nachos con extra queso y salir todo manchado, o comprar un combo de palomitas y refresco y aventarle unas cuantas a la gorda de enfrente q no deja de hablar con su ligue.

Para los q gustan de películas jaladonas bien escritas, bien actuadas y bien producidas, no duden en aflojar la cartera. Para los q consideran q Drag me to Hell no merece estar en el top 10 de películas del 2009, pero El Estudiante sí, evítenla a toda costa y de paso reconsideren su juicio porque están mal (jajajaj).

Mmmm, se me antojó un Twinky.


1 comentario:

  1. Para ser Lexie también hubiese hecho falta una picazón ojil que te dejara con cataratas como las del Niágara

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