miércoles, 23 de junio de 2010

"Hola, soy un bebé sin destetar...¿te paso mi tarjeta?"

En mis tiempos, cuando ibas a una fiesta infantil, la mejor forma de darte a conocer entre tus iguales era tan rudimentaria e inocente como embarrar un moco, pegar, usar la frase "si tú me enseñas el tuyo, yo te enseño el mío", ofrecer un frutsi (eso sí, consumido al revés), jugar a q "disque" eras un Thundercat (en mi caso particular, "disque" un cariñosito), odiar a las niñas si eras niño, odiar a los niños si eras niña, juntarte con las niñas y amar en secreto a los niños si eras yo, etc.
Hoy, tomando en cuenta uno de los últimos trabajos que me solicitaron mis clientes, los métodos parecen ser un tantito más sofisticados : Tarjetas de presentación.
¿Personitas con calzón entrenador repartiendo sus tarjetas y los PIN de sus Blackberry? ¡Bienvenidos al 2010!

(Creo q está de más decir q todas las imágenes son mías de mí, pero por si las flais, SON MÍAS DE MÍ)

martes, 8 de junio de 2010

SE BUSCA...

Leí en una revista española que la mejor manera de encontrar trabajo en un mundo en crisis, es siendo creativo. El tip que me daban ("¡comprobado y eficiente!") era imprimir mi currículum en una playera y pasear por la ciudad... 
Suena bonito si vives en Madrid, pero hablando como víctima de 3 asaltos y fiel usuario del transporte público, ir agarrado de un tubo ceboso de la línea azul, con mis datos al aire y las miradas de adoradores de la Santa Muerte vestidos como Wisin y Yandel clavadas sobre mí, me hace sentir un tantito expuesto. 
Entonces decidí pensar "creativamente". Y concluí q para "creatividades", por qué no escribir una obra: "CURRÍCULUM VITAE: El musical". 
Cuando me di cuenta q mi experiencia laboral apenas me daba material para montar la mitad del primer acto, deseché la idea y me dolió no poder aprenderme la coreografía del tema principal, "All the workless ladies". Concluí q no es buena idea hacer de la Glamour tu gurú , y opté por lo más sensato: buscar trabajo...en bolsas de trabajo.

La cosa está así: Cuando la gente me pregunta "en qué trabajas", yo respondo que soy diseñador gráfico freelance. 
Soy un freelancero feliz. También soy un freelancero pobre. Pobre, pero feliz. Feliz PERO pobre (el pero usado como un enlace que une dos sintagmas cuyos significados se contraponen, se restringen o se limitan).
Es un hecho que la necesidad te carcome las entrañas y a un año del "gracias por participar" ya siento la presión de un ingreso quincenal, q a su vez está muy peleado con mi resistencia a trabajar en algo q no me guste (con ustedeeeeees: LA AMBIVALENCIA).
En mi búsqueda por una mejor vida, me encontré con ofertas de trabajo para diseñadores e ilustradores q me provocan una fabada de emociones encontradas y me llevan de la risa al llanto más rápido de lo que puedo decir "desempleo". Primero, los sueldos son risibles y el equivalente a un escupitajo flemoso en mi título. Segundo, las habilidades requeridas son una lista interminable de tareas, que te preparan para lo q parece ser el peor trabajo q tendrás en tu vida. 
Cuando leí q en una de las ofertas peor pagadas me pedían "Alta tolerancia a la frustración" y "Mucha disponibilidad de tiempo", pensé en sugerirles que agregaran "Tolerancia al uso de grilletes"...
Entiendo la parte de que un trabajo "cuesta trabajo", pero defiendo la parte de que un trabajo te tiene q gustar. Diseñar es mi pasión, y si decidí q esto iba a ser mi oficio y lo q iba a poner el pan (Bimbo light) sobre mi mesa, quiero q sea un trabajo q me guste, q me motive y q mantenga viva la pasión por la cual todo ésto empezó.
Con miedo a sonar chafamente subversivo, me resisto a ser una máquina frente a una máquina. Soy un creativo q quiere ser creativo y q le paguen por eso.
Y sí, mundo, yo sé q el trabajo ideal no existe (por algo he perdido la fé en q me paguen 100 000 pesos al mes por cuidar un establo lleno de unicornios), pero ¿puedo darme el lujo de escoger mi trabajo?, o tengo q apechugar (como todo en ésta ciudad) y resignarme al primer reclutador q me diga "está padre tu portafolio"...
Si el hippie q llevo dentro fuera un poquito más hippie, ya me hubiera montado en una combi pintada con flores a vender pulseritas hechas con conchas de Zipolite. Pero la verdad es que el hippie q llevo dentro es un capitalista disfrazado y se resiste a cambiar sus trusas Calvin Klein por unas Zaga...

Maldigo a  Oprah quien me hizo saber q los Daneses son las personas más felices del mundo por sus condiciones de trabajo (¿salir todos los días a las 4 de la tarde porque las empresas entienden que para trabajar bien, tiene q haber un equilibrio entre la vida laboral y personal? FUCKERS!)

Creo q al final del día me prefiero como un ilustrador FREElance (nótese el énfasis) con un ingreso limitado a un técnico con un ingreso bajo y fijo q solo duerme 3 horas diarias. 
La búsqueda por "ESE", mi trabajo, sigue. Mientras, FML, I´M LOST.